sábado, 10 de noviembre de 2012




Siempre he soñado con ser un pez, porque dicen que los peces no tienen memoria y no pueden acordarse de nada, y si no te acuerdas de nada puedes levantarte cada día y vivirlo todo como si fuera la primera vez, la primera canción, la primera vez que le vistes, el primer beso... Porque hay ciertos momentos, como cuando esa persona te toca y notas que te estorba hasta la piel, que sales de ti, hasta el punto de sentir que ya no existes, en ese instante en el que podrías morir porque sabes con toda certeza que ya nunca volverás a sentir nada igual. Me gusta saber que hay cosas refugiadas contra el olvido, cosas que hacen para el tiempo, como las fotos guardadas en una caja de zapatos debajo de la cama, esos secretos que no podrás contar jamás, el recuerdo, es el único paraíso de donde no podemos ser expulsados. Hay dos desgracias en la vida del ser humano; la primera, es no tener a nadie con quien amar con todo el alma, la segunda, tenerle... El universo conspira a favor de los que mueven el mundo y esos son los que lo paran. ¿Tú que quieres; mover el mundo, o que te muevan?

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