domingo, 11 de noviembre de 2012

La felicidad sustituye a la tristeza



No se trata de ir por la vida con una sonrisa de oreja a oreja para demostrar que soy feliz. Se trata de reír sin darme cuenta, de soñar despierta y no acordarme después, de jugar con fuego, quemarme, y aun así reír  porque es lo único que puedo hacer, esa sonrisa que se convierte en carcajada en menos de un segundo, y que más tarde, llegará a formar parte de esos momentos irrepetibles que componen mi felicidad.

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